Hoy 25 de diciembre, es Navidad, y al menos en este periodo vamos a olvidarnos un poco de los políticos y sus locuras, de sus acuerdos y desacuerdos, pero también debemos dejar a un lado los pensamientos negativos para no minar el alma, la fecha precisa estar en paz, en armonía con todos. 

Es Navidad, y aunque parezca que no hay mucho porque ser feliz, créame que si lo hay, solo basta mirar alrededor y darse cuenta que sobran motivos para estar contentos, y al recordar el nacimiento del NAZARENO debemos hacer un momento de reflexión para dar gracias por la vida, la salud, la familia, los buenos amigos y hasta por los enemigos. 

No importa si anoche cenamos tamales, pavo o romeritos, lo importante es que se tenga armonía, paz en cada hogar, recordando que la Navidad es para celebrar la natividad, el nacimiento del niño JESUS, la vida. 

Cierto, el pueblo mexicano tiene pocas razones para estar feliz, las vicisitudes son muchas, el 2021 no fue buen año, el COVID causó estragos y trajo calamidades, se agudizo la crisis económica y el desempleo entre otros males, pero estamos vivos, y esa es razón suficiente para dar gracias y buscar en todo lo que hagamos destellos de felicidad. 

 Claro que se espera que el 2022 sea mejor que el 2021, o ya de perdido que no aumenten el costo de la energía eléctrica, terminen los gasolinazos, se tenga más fuentes de empleo y lo más importante, tengamos salud y más seguridad, que la tranquilidad y paz se extienda todo el año, pero para lograrlo todos debemos aplicarnos, trabajar para ser mejores seres humanos. 

Seguramente las peticiones de anoche al NAZARENO no fueron las mismas de otras épocas, no hay duda que tuvieron muchas variantes, pues ya no se esperó solo el regalo material, se pidió el mejor obsequio, que se fortalezca el espíritu, tener armonía, salud, oportunidad de prosperar para heredar a nuestros hijos un mejor mañana. 

Los que tuvimos la oportunidad de disfrutar una cena de Noche Buena en compañía de la familia debemos agradecer a DIOS las bondades, pues en muchos hogares no tuvieron una mesa puesta ni un motivo para sonreír, entonces, los privilegiados debemos orar y hacer lo necesario para que el próximo año se sufra menos. 

Se quisiera que esta Navidad todo fuera felicidad, pero espanta el pensamiento de imaginar a muchas madres en silencio pedir por el regreso del hijo o llorar por el que perdieron, el deseo es que en la mente de los niños no cruce la estela de rencor por el padre que no podrán abrazar, lo mismo para las mujeres que recordaran al esposo, que no existan hogares ensombrecidos por el odio y la desesperación. 

Entre peticiones, fiesta, emociones y oraciones recordemos que es Navidad, y deseamos que el nacimiento del NIÑO JESUS fortalezca la FE y la esperanza en un mejor mañana, que todos los mexicanos tengan comida en su mesa, paz en su alma, amor en sus corazones. 

Este es tiempo de amar, ayudar, perdonar y sobre todo agradecer a DIOS por la vida, la familia, amigos y todo lo que de una manera u otra contribuye a que nuestro paso por este mundo sea llevadero. 

FELIZ NAVIDAD… 

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Rosa Elena González

Es Licenciada en Relaciones Públicas. Ha colaborado con editoriales en El Mercurio.
Actualmente su columna Vida Diaria se publica en el Portal HOYTamaulipas y los periódicos La Verdad de Tamaulipas, Expreso, La Extra, La Voz de Tula, El Tiempo de Mante y Astronoticias, El Bravo de Matamoros y Canal 10